Mis queridos Little Princess aún estamos en shock tras vivir el pasado miércoles el gran esperadísimo Formation World Tour de nuestra Beyoncé. Desde que el pasado mes de abril se anunciara que nuestra QueenBee pasaría por nuestro país, día a día Nemesis contabilizaba la cuenta atrás para el comeback de nuestra reina. Finalmente el día llegó y tras varios días de cola, por fin pudimos ver a nuestra Beyoncé.
Aún estamos recuperándonos, porque ver a la Beyon te absorbe todas las posibles energías que quedasen tras los días de cola. Pero sobre todo para la gente que por cualquier circunstancia no pudisteis asistir o que en vuestro país aún no tiene fecha el tour, os contamos todos los detalles del tour.
Tras tres días haciendo cola a las puertas del Estadi Olímpic Lluís Companys de Barcelona, Nemesis entraba al estadio para ver nuestro segundo tour de Bey, tras el pasado Mrs. Carter World Tour en 2014.
Al entrar dentro, obviamente nos dejó sin palabras el espectacular tamaño de la pantalla cuadrada, jamás habíamos visto una de ese tamaño que iluminaba el estadio al completo. Tras un poco más de media hora de retraso, Beyoncé aparecía ante más de 46.000 personas, cerrando la fase europea del Formation World Tour, tras 26 conciertos en Estados Unidos y 16 en Europa, convirtiéndose en el Tour más visto de todos los conciertos celebrados en España de Bey.
El comienzo empezaba con nuestra Beyoncé y su equipo de baile con esos enormes sombreros bajo los acordes de Formation, obviamente no pudieron faltar las lágrimas y con solo sonar, al menos nosotros y gran parte del estadio empezamos con el llanto. Tras Formation vino Sorry y la versión española de Irreplaceable, que ya sabemos que a nadie nos gusta, pero a ella le encanta regalarnos siempre que viene esta versión.
Tras esto, venía Bown Down, Tom Ford y una espectacular aparición de Run The World, que si en el Mrs Carter nos gustaba, aquí alucinamos directamente con esas impresionantes llamas que salían del techo de la pantalla.
Tras tanto subidón, nos relajábamos un poco con Mine, el cual nos traía hasta acrobacias aéreas, un trocito de Standing On The Sun, Baby Boy y una espectacular actuación de Hold Up con una unión perfecta a Countdown.
Después rescató del baúl de los recuerdos a Me, Myself & I, Runnin' y All Night.
Tras eso vino otro momento potente con Don't Hurt Yourself, Ring The Alarm, Diva, Flawless, Feeling Myself y Yoncé. Apoteosis en estado puro.
Después vino el momento erótico Drunk In Love, Rocket, que lo cantó a la perfección e hizo su juego del sillón y Partition, el cual alucinamos también con el juego de puertas y la Beyoncé gigante sobre el hueco en la pantalla donde se hacía.
Tras esto vino el momento de Daddy Lessons, Love On Top que lo cantó a capela y 1+1 que a Barcelona no la debía del Mrs. Carter.
Después vino el momento apotéosico de Crazy In Love, Naughty Girl y Party que nos dejó sin palabras cuando de esos ojos empezó a salir confeti.
Y por último el momento apoteósico de Freedom, Survivor, End Of Time, Grown Woman, en la piscina y como cierre final Halo para irnos llorando amargamente a casa.
En definitiva, nuestra Beyoncé hizo un alarde de talento, profesionalidad y un excelente trabajo. Un tour, en el que todo estaba medido hasta el último segundo del show y eso se ve reflejado en un espectáculo que hipnotizó a todos los asistentes y la coronó como una de las estrellas actuales más importantes del mundo. Una artista que seguro que en un futuro será consagrada como una de las mayores estrellas de nuestra historia y que por suerte y una vez más Nemesis Goddness estuvo allí para poder vivirlo en persona.
Sinceramente Thank You So Much Beyoncé y esperemos que no tardes demasiado en regresar.
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