Este nuevo álbum llega casi por sorpresa tras el anuncio del abandono de la trilogía She Is Miley Cyrus; tras el divorcio con Liam Hemsworth, una cirugía en sus cuerdas vocales, la Pandemia de COVID-19 y el fatídico incendio que destruyó todo el material. Miley se dio cuenta que esa historia ya no le pertenecía y que su vida había cambiado radicalmente de la historia que contaba en ese momento. Por lo tanto se puso manos a la obra y comenzó a trabajar en este espectacular Plastic Hearts.
En un momento en el que la industria musical se centra en la estética sinth pop y el disco, Miley decide innovar un poco e incluir las guitarras eléctricas para acercarse al sonido rockero de los años 70-80; eso si, se reinventan no abandonando los toques disco para acercarse más a las estéticas actuales. El álbum podemos apreciar un sonido muy cuidado el cual se divide en dos partes, donde la primera mitad si podemos apreciar la estética más rock neoyorkino y una segunda parte más sureña con influencias del country y del folk.
Vocalmente, Miley avanza muchísimo en este disco y crea un sonido mucho más compacto, donde desgarra la voz para acercarse a esa estética sucia del rock.
Con este disco Miley nos habla de la superficialidad que actualmente rodea al mundo. Unos corazones de plástico en el que nadie se atreve a salir del molde; pero ella decide dar un paso adelante y arriesgar sin miedo a equivocarse. Miley nos habla del agotamiento que genera ser referente, cuando ella no pretende serlo. Ella es consciente de su mala reputación y de que no puede acceder a un público genérico, pero ella no quiere ser referente; Miley se echa las manos a la cabeza y habla de que hay figuras políticas que generan más problemas que ella y no tienen tanta repercusión. Miley abraza ese lado oscuro y se permite cometer errores.
NUESTRO TOP 3: Midnight Sky, Gimme What I Want y WTF Do I Know.
NOTA: 7,6
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