Esta semana nos encontramos inmersos en pleno Benidorm Fest, ayer nos encontrábamos con la primera semifinal del festival; en el que como todos sabéis de ahí saldrá nuestro candidato a representarnos en el Festival de Eurovision 2023 en Liverpool.
Como ya os explicamos, en esta primera gala, se han presentado Alfred Garcia, Blanca Paloma, E'Femme, Famous, José Otero, Karmento, Rakky Ripper, Siderland y Vicco.
Lo votos se dividen entre el voto del jurado profesional (50%), el público demoscópico (25%) y el televoto (25%).
El jurado profesional eligió como favorita a Blanca Paloma con su tema EAEA, seguida de Vicco, José Otero y Alfred.
El público demoscópico eligió como su favorita a Vicco, seguidos en este caso de Blanca Paloma, Karmento y Famous.
El público con su televoto lo tenía clarísimo. Su favorito fue Blanca Paloma, seguida de Karmento, Alfred y Vicco.
Por lo tanto después de tanto salseo, los cuatro finalistas fueron los siguientes:
Blanca Paloma fue la gran ganadora de la noche, sorprendiendo a todo el mundo con su increíble puesta en escena muy diferente a la del año pasado. EAEA es una bulería, con toques muy modernos pero sin abandonar el palo original; trasladando esas raíces españolas al escenario de Benidorm, desde la música, a la literatura, simbología y al baile. Una de las puestas en escena más completas de lo que hemos visto de edición; en el que tuvo una perfecta técnica vocal, los coros estaban totalmente integrados en la escenografía, y ésta última solo podía sumar a la actuación. Perfecta.
Vicco era una de las participantes más esperadas, ya que Nochentera ha sido el tema más escuchado de todo el festival. Vicco estuvo perfecta vocalmente, llegando a sonar prácticamente igual que la versión estudio. Cosa que quizás le pasó factura ya que no se le veía con la soltura y con las ganas de disfrutar que el tema merece. Una auténtica reivindicación de los años 80.
Karmento aportaba otra visión diferente, a lo que popularmente se conoce, de la marca España; mucho más rural y familiar. Su Quiero y Duelo fue interpretado de una manera muy íntima, uniendo varios elementos en un espacio mucho más reducido; una forma de poder canalizar esa pasión pero en la dosis que el tema requería.
José Otero entraba en el último momento en la lista de finalistas, con su balada Inviernos en Marte más cliché de toda la edición. Es cierto que a nivel escenografía estuvo bastante correcta, pero el problema vino con él. Todos sabemos que canta genial, pero él quería dejar claro que lo hacía, haciendo una y otra giros vocales, engolaciones y agudos; que lo hacían un tanto repetitivo, que se perdiera dicción y en algunos momentos verse más apurado. Cuando a nuestro parecer no era necesario.
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