Un tema donde nuestro Chris Martin suplica que le digan que le quiere, y sino es así, que le mientan (¿por quién irá eso?). Pero al videoclip le han querido dar otro matiz. Darle un matiz social. Chris Martin y una chica se meten en el pellejo de una persona obesa. De todos los malos tragos y discriminaciones que sufre la pareja en su día a día con aspiraciones en la danza que por culpa de su sobrepeso y el rechazo que sufren no pueden conseguir. Pero como dice el mensaje del vídeo: TODO ES POSIBLE. Y finalmente acaban sobre un escenario bailando para cientos de personas. Un final feliz.
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